El gimnasio ofrece una experiencia mixta en general. Por un lado, muchos usuarios destacan la excelente ubicación en el centro de Barcelona y la asequibilidad como aspectos positivos significativos. La distribución del gimnasio en múltiples pisos permite una variedad de equipos, lo que atrae a diferentes estilos de entrenamiento. Además, los clientes elogian con frecuencia la amabilidad y profesionalismo del personal, especialmente de entrenadores personales como Sara Serrat, que se destacan por su enfoque de apoyo y motivación. Sin embargo, la limpieza y el mantenimiento de las instalaciones reciben una crítica considerable. Varias reseñas transmiten insatisfacción con el estado de los baños y las instalaciones de duchas, con informes de olores persistentes e insuficiente frecuencia de limpieza. La zona de pesas también se ha descrito como abarrotada, especialmente durante las horas pico, lo que puede generar incomodidad. A pesar de los aspectos positivos, la imagen del gimnasio se ha visto empañada por quejas sobre equipos defectuosos, falta de aire acondicionado y un servicio al cliente deficiente en situaciones de queja o emergencia. Los usuarios han expresado preocupaciones sobre la relación calidad-precio, destacando que aunque el costo es bajo, la calidad del servicio puede no cumplir con las expectativas. También se mencionan problemas administrativos, como dificultades con las cancelaciones de contratos o cargos inesperados. En general, aunque muchos disfrutan de su experiencia, los numerosos problemas de mantenimiento y limpieza podrían alejar a posibles nuevos miembros.