La experiencia general en el gimnasio es bastante mixta. Por un lado, muchos usuarios aprecian la amabilidad y profesionalismo del personal, especialmente figuras destacadas como Sergi y Andrea, quienes asisten durante los entrenamientos y brindan valiosas orientaciones. Han creado una atmósfera positiva que anima a muchos a regresar regularmente. Sin embargo, el gimnasio enfrenta importantes problemas de limpieza, especialmente en áreas como duchas y vestuarios. Muchas reseñas expresan preocupaciones por la falta de mantenimiento, con varias máquinas reportadas como fuera de servicio durante períodos prolongados. Esta falta de atención, combinada con la alta densidad de clientes durante las horas pico, da lugar a tiempos de espera frustrantes para el equipo, lo que perjudica lo que podría ser una experiencia de entrenamiento satisfactoria. Además, si bien el equipo en sí puede ser moderno y bien elegido, la abrumadora ocupación limita su utilidad. Los usuarios informan frecuentemente de no poder acceder a las máquinas que necesitan, particularmente durante las horas de mayor afluencia, lo que puede convertirse rápidamente en una situación de demasiados clientes y no suficiente equipo. Esta congestión crea un ambiente donde el entrenamiento puede sentirse apresurado e ineficaz. A pesar de estos problemas, muchos usuarios destacan la diversidad de clases ofrecidas que pueden resultar agradables. Una variedad de entrenamientos grupales ayuda a mantener las cosas interesantes y puede motivar a los participantes a volver. Sin embargo, si la dirección no toma medidas inmediatas para mejorar la limpieza y el mantenimiento general de la instalación, podría tener dificultades para retener a su clientela actual, especialmente a aquellos que buscan un entorno más profesional y agradable para sus viajes de fitness.